Muchas personas que mueren por suicidio dejan atrás a sus seres queridos, que sufren una serie de emociones dolorosas.
Cuando le ocurre a alguien que conoces
La pérdida de un ser querido por suicidio puede ser abrumadoramente dolorosa para los familiares y amigos. A diferencia de una muerte natural por vejez o enfermedad, una muerte por suicidio suele ser repentina, inesperada y a veces violenta. La conmoción y el trauma para los supervivientes se complican aún más por el estigma social del suicidio, las posibles investigaciones policiales, la cobertura de los medios de comunicación, la falta de privacidad y el juicio de otras personas de la comunidad.
Cuántas personas afectan cada año
Las investigaciones demuestran que al menos seis personas se ven directamente afectadas por la muerte, incluyendo familiares directos, parientes, vecinos, amigos y compañeros de trabajo.
Dado que más de 43.000 personas se quitan la vida cada año, aproximadamente un cuarto de millón de supervivientes se quedan atrás, traumatizados por la pérdida.¹
Muchas personas que mueren por suicidio padecían depresión clínica u otro trastorno de salud mental. Los supervivientes también pueden correr el riesgo de sufrir depresión y ansiedad.
Respuestas comunes
El dolor emocional de los supervivientes puede ser complicado, intenso y prolongado. Las personas pueden tener un sentimiento de culpa y responsabilidad y culparse por no haber visto las señales de advertencia. Pueden sentir una profunda sensación de traición, rechazo y abandono. Otras respuestas comunes son:
- Sentir la necesidad de dar sentido a la muerte y entender por qué la persona tomó la decisión de morir. Aunque la persona haya dejado una nota o un mensaje, suele haber preguntas sin respuesta que pueden persistir durante años.
- Reproducir los acontecimientos que tuvieron lugar antes de la muerte de la persona y cuestionar constantemente los diferentes resultados.
- Experimentar síntomas de trastorno de estrés postraumático, como recuerdos y ansiedad, sobre todo si fueron testigos del suicidio o descubrieron el cadáver.
- Vergüenza y rabia por el estigma del suicidio y la enfermedad mental, y por las posibles respuestas negativas de la comunidad.
Algunas personas experimentan un duelo intenso que no se cura con el tiempo.
La persona en duelo puede sentirse vacía, preocupada por la muerte e incapaz de retomar las actividades de la vida cotidiana. Este tipo de duelo, conocido como duelo complicado, puede afectar a entre el 10 y el 20% de los supervivientes de una pérdida por suicidio. Si no se trata, el duelo complicado a menudo persiste, dando lugar a un deterioro significativo y a malos resultados de salud.
Cómo puedes ayudar
A veces la gente tiene dificultades para saber qué decir o cómo ayudar a una familia que ha perdido a un ser querido por suicidio. Ayudar a los supervivientes significa ser un buen oyente y evitar cualquier crítica o juicio. Inténtelo:
- Estar presente y escuchar con atención sin sentir la necesidad de dar respuestas.
- Evite especular sobre las razones del suicidio o el estado mental de la persona.
- Sé sensible con lo que dices. Evita tópicos como "sé cómo te sientes" o "el tiempo curará todas las heridas".
Ayudar a los supervivientes significa ser un buen oyente y evitar cualquier crítica o juicio.
- Sé compasivo y comprensivo, y recuerda que el duelo lleva su tiempo.
- Toma la iniciativa de ser útil. Lleva una comida, corta el césped o recoge víveres para la familia.
- Conozca los grupos de apoyo y ofrézcase a encontrar uno si la familia está interesada.
El duelo de los supervivientes del suicidio es único y se complica por las circunstancias de la muerte. Usted puede ayudar estando presente como amigo afectuoso y caja de resonancia. Hazle saber a la familia que estás dispuesto a escuchar si y cuando quieran compartir sus pensamientos y emociones.
Hay ayuda disponible. Para obtener más información, visite MagellanHealth.com/MYMH
- Datos de 2014, publicados en diciembre de 2015, Sistema de consulta y notificación de estadísticas de lesiones basado en la web de los CDC (WISQARS).
Fuentes: Asociación Americana de Suicidología; Fundación Americana para la Prevención del Suicidio; Harvard Health Publications
Estoy totalmente de acuerdo contigo cuando dices que al perder a un ser querido por suicidio, algunas personas experimentan un intenso dolor que no se cura con el tiempo. Uno de mis amigos perdió a su hermano por suicidio y no ha mejorado desde entonces. Hablaré con él y veré si quiere que le consiga un consejero para que le ayude con el duelo.